Hola
Alfredo, muchas gracias por tu escrito de ayer viernes, que expone
claramente tu preocupación como comunitario ante el invierno y
primavera tan movidos por los que ha pasado – y está pasando-
nuestra querida Comunidad de Albatros. Creo poder afirmar sin miedo a
equivocarme que no será fácil encontrar otro año en el que se
hayan sucedido tantos acontecimientos como este que está
discurriendo.
Afortunadamente,
en la Junta de agosto pasado la Comisión de Obras que ya venía
funcionando se reforzó hasta un total de siete miembros por la
envergadura de las obras de mantenimiento de Albatros I.
En
enero tuvimos la tormenta Gloria, que embarcó miles de metros
cúbicos de agua y otros tantos de arena que anegaron los garajes,
zonas de aparcamiento, aceras y jardines, llenando hasta los fosos de
varios ascensores. Todo ese material hubo de ser sacado hasta la
calle con la ayuda de minicargadoras que el ayuntamiento puso a
disposición, para después en una ardua tarea, con mangueras y
cepillos tratar de dejar los suelos limpios; en todo esto la
participación de la familia Torrico fue un elemento clave.
A
continuación entramos, como todo el país, en la etapa del
coronavirus, y una nueva inundación por aguas torrenciales
provenientes del regato posterior; parecía que ese cúmulo de
desgracias no iba a acabar nunca: crucemos los dedos.
Al
ser declarada la tormenta como calamidad pública se pudo acudir al
seguro, y hoy podemos decir que estamos pendientes del cobro de una
indemnización por importe de 34.700 euros que esperamos ingresar
antes de finales de junio. Con este importe podremos hacer frente a
todas las reparaciones que se han realizado (algunas de ellas
mediante un acuerdo de participación en el que la Comunidad ha
puesto la mano de obra y el seguro ha pagado la totalidad del
presupuesto; aquí la labor de Antonio vuelve a ser fundamental, como
se puede comprender). Ha habido que cambiar el cuadro de mandos de un
ascensor de Albatros II estropeado por la inundación, habiéndose
llegado con la compañía a un acuerdo beneficioso para su pago.
Todo
ello redunda en que podremos afrontar los gastos normales del verano
tal y como los teníamos previstos.
La
Comisión entiende que la apertura de las tres piscinas proporciona
un mayor espacio de baño con el que poder mantener una distancia
física entre los bañistas con una menor posibilidad de contagio, y
cumplir con los requisitos legales que se marcan para las piscinas,
de los que disponemos ya del reglamento redactado por el ministerio.
En
este sentido, se ha pedido que los mismos socorristas del año pasado
vuelvan este verano, dada la buena sintonía alcanzada con Antonio en
ambos casos.
En
definitiva, creemos haber salvado la preocupación que encierran los
puntos 6 y 7 de tu escrito, y nadie deberá estar preocupado por este
motivo, ya que no se contempla ninguna derrama ni el adelanto del
recibo de julio, que llegamos a considerar ante la posible falta de
liquidez.
Pero
entre unas cosas y otras no ha sido posible llevara cabo los trabajos
de mantenimiento que estaban previstos, referentes sobre todo al
pavimento de las zonas de rodadura. Antonio, como viene siendo normal
en él, ha tenido, no obstante, tiempo suficiente para llevar a cabo
sus trabajos y estamos seguros de que cuando vayamos a Albatros
podamos admirarlos y agradecerle personalmente su dedicación y esfuerzo.